El 7 de abril de 1946 fue bendecido en la Iglesia de San Agustín el Santo Cristo Coronado de Espinas, sagrado titular de la Cofradía.
La realización de la talla corrió a cargo del escultor malagueño Pedro Moreira, comenzando el proyecto en verano de 1945. El encargo se produjo ante la imposibilidad de obtener un Ecce Homo de Pedro de Mena propiedad de las monjas del Cister. El artista elegido fue Moreira, que un año antes había realizado la Virgen de la Soledad de San Pablo, de la Hermandad del Santo Traslado.
La escultura muestra a Cristo sedente, sereno y cabizbajo, está hecha en madera policromada y tiene unas dimensiones de 135 x 57 x 80 cm. y pesa 100 Kg.
La imagen representa el pasaje en el que los romanos, después de azotar a Cristo, lo coronan de espinas, y visten con una clámide y una caña como cetro, para burlarse de Él, pegándole, escupiéndole y llamándole “Rey de los Judíos”. Se narra en Jn 19, 1-3, Mt 27, 24-31 y Mc 15, 16-18.
Moreira se inspiró en un grabado de la coronación de espinas de Gustave Doré para la realización de la talla, y trabajó con dos modelos: uno para el cuerpo (que era uno de sus modelos habituales) y otro para la expresión de los ojos (José Carlos Álvarez de Toledo, joven fundador de la cofradía).
Una semana después de la bendición, el 15 de abril, el Coronado de Espinas procesionó por primera vez, sobre un trono de estilo neogótico de diseño de Agustín Laborde, y obra de Antonio Fernández, José Rivas, Francisco Bruño y Juan R. Flores. Portaron al Titular 70 jóvenes estudiantes hermanos de la cofradía vistiendo trajes de chaqueta oscuros, novedad acogida con frialdad en la Semana Santa malagueña, pero que se consolidó y a la postre resultó ser muy beneficiosa, hasta el punto de salvar la Semana Santa gracias a la entrada de la juventud.
Fuente: Archivo de la Cofradía
